Si has empezado un negocio, sabes la emocion y energia que te entra cuando llega el primer ingreso, la primera venta, o el prototipo de tu diseño. Esas ventas fueron difíciles y tardadas pero es fácil ver ejemplos de personas o compañías que de un dia para otro se volvieron exitosas con sus negocios y pensar que las siguientes ventas vendrán mágicamente.
La realidad es que todos esos casos de éxito tuvieron años de trabajo por detrás, solo que a nosotros nos toca ver el resultado y no el esfuerzo. Emprender un negocio implica trabajo pesado, noches sin dormir, y convencer a gente desinteresada. No es sencillo, pero cuando da resultados, paga en grande.
Emprender un negocio puede ayudarte a tener una mejor situación financiera. Te permite diversificar tus ingresos, crecer tu sueldo, y trabajar por tu propia cuenta.
Tener ingresos diversificados nos ayuda a protegernos de cualquier crisis: cierra un negocio, pierdes el trabajo, crisis económica, etc. Teniendo ingresos diversificados sirve como protección porque te da opciones, no dependes de un solo lugar o un solo trabajo. También te da más poder para, por ejemplo, intentar conseguir que te suban el sueldo. Teniendo opciones, puedes demostrar que el trabajo que haces lo haces por interés y que puedes tomar aún más responsabilidades.
Si tienes tu propio negocio, tu tienes control sobre tu sueldo. Mañana no estarás ganando millonadas, pero si trabajas duro puedes crecer tu negocio y poco a poco ganar más que trabajando para otros. Con tu propio negocio, ganas más entre más vendas. Lo mismo es cierto si vendes menos y ese es el riesgo de un negocio propio. Lo mas seguro es empezar un negocio a la par de tu trabajo y dedicarte completamente al negocio cuando puedas asegurar tus ingresos.
Si te cuesta trabajar para otros porque pierdes independencia, el tener un negocio propio puede ser una gran idea. Pero es importante recordar que tanto tú como el negocio dependen de cada uno. No crecerá a solas, y muchas veces terminarás trabajando en tu negocio dia y noche. Tu eres el jefe en el negocio, y esa responsabilidad no acaba al salir de la oficina. Conseguirás independizarte de otros, pero no de trabajar.
Si ya tienes una idea, empieza a vender. No renuncies a tu trabajo hasta que veas que tienes buen nivel de ventas y puedes pagarte un buen sueldo. Así, tendrás más seguridad financiera, menos riesgo, y más dinero para invertir en tu negocio.